Hoy es uno de esos días, dijera Calamaro, “sospechosamente lights”; compañeros de trabajo de buen humor, (salvo la directora que esta medio histérica) chicos tranquilos, sin padres quilomberos. Se podría decir que es un día perfecto para un personal docente (tutor, preceptor, celador, no se muy bien que…)
La cuestión es que aparentemente todo va muy bien, pero yo no estoy bien, (si si , acá se viene la parte “emocional-suicida” del texto).
En estos últimos días, tengo como un alubión de sentimientos, sensaciones, y de más, que me han hecho replantearme un montón de situaciones que me sucedieron. (Mi psicólogo esta haciendo bien mi trabajo “creo”)
Y me hicieron dar cuenta que muchas de las cosas que me pasan, adrede o no, yo las provoco (y acá es en donde canto “un poco de autocrítica no te vendría mal♫”) y pienso hoy en día que necesario y urgente es la autocrítica en todos. En estos días vivimos rodeados de “perfectos” (inmejorables por cierto) que ven el mundo desde si mismos, bombardeando todo (paupérrimo) lo que este a su paso. Peroooooooo que bueno es de repente con gente (hermosa) que nos da un tirón de oreja y cordialmente nos dice: CHE, ESTO NO LO ESTAS HACIENDO BIEN…yyyy Pufff! Cambio el mundo de un momento a otro (mejor) , y te diste cuenta que lo que hacías no era lo mejor, lo peor es que no te dabas cuenta (ojo que no digo con estoque ignorar algo justifique los malos actos de uno) porque estabas sumido en tu vanidad y perfección “auto proclamada”.